El camping es una actividad recreativa que consiste en alojarse al aire libre, usualmente en tiendas de campaña, vehículos adaptados o albergues rurales. Más allá de ser una forma económica de viajar, es una experiencia que promueve la conexión con la naturaleza, el descanso y la convivencia. Acampar ofrece múltiples beneficios: fomenta la autonomía, enseña habilidades básicas de supervivencia, y permite desconectarse del ritmo acelerado de la vida urbana. Encender una fogata, cocinar al aire libre, dormir bajo las estrellas y despertar con el canto de los pájaros son experiencias que enriquecen cuerpo y mente. Sin embargo, para disfrutar del camping de forma segura y responsable, es necesario planificar bien la salida. Elegir un lugar autorizado, llevar el equipo adecuado (carpa, saco de dormir, linterna, alimentos, ropa apropiada), y conocer las condiciones climáticas del lugar son aspectos clave. El respeto por el medio ambiente es esencial. Toda persona que acampe debe seguir las normas de mínimo impacto: no dejar basura, no encender fuego en zonas prohibidas, respetar la flora y fauna, y evitar contaminar fuentes de agua. En conclusión, el camping es una forma accesible y enriquecedora de disfrutar del mundo natural. Ya sea en la montaña, la playa o el bosque, acampar nos recuerda la belleza de lo simple y la importancia de cuidar el entorno que nos rodea.